Los programas de ejercicios para pacientes con enfermedades pulmonares crónicas generalmente son ofrecidos a través de programas de rehabilitación pulmonar. Usualmente estos programas son ambulatorios y ofrecidos en un hospital, por medio de ejercicios de entrenamiento bajo supervisión de 2 a 3 veces por semana. Las sesiones deben ser personalizadas teniendo en cuenta las necesidades individuales de cada paciente, pero también deben ser científicamente estructurados por medio de una prescripción medica de ejercicio, formulada por el medico de forma eficiente.
Cada sesión debe comenzar y terminar con una rutina de estiramiento como parte del calentamiento y el enfriamiento. La rutina de estiramientos evita lastimar el músculo durante el ejercicio más intenso y mejorar la flexibilidad, el cual es un factor muy importante en un programa de ejercicios que tiene como meta alcanzar una condición física óptima. Por consiguiente, la meta debe ser acumular al menos 30 minutos de ejercicio de intensidad moderada en cada sesión (al menos 3 veces a la semana). Una intensidad moderada significa un ritmo cardíaco rondando en los parámetros de 100-120 latidos por minuto, pero que dependerá de una cuidadosa evaluación individualizada realizada por un médico.
El uso de oxígeno suplementario puede ser de ayuda para muchos pacientes durante estas sesiones, ya que les permite alcanzar una mayor intensidad de ejercicio por periodos de tiempo más largos y como resultado obtener un mayor beneficio.